Mis dos abuelos eran de apellidos con "van" (pequeño título nobiliario). Pero un "van" venía de Paris como una execelente posición, y el otro "van" venía del norte de Francia de origen obrero. Ese se hizo unir el "van" al resto del apellido porque era socialista, el otro siguió con su posición inmobiliaria. Uno era católico el otro judío. El pobre se vino a la Patagonia (1922) y con mucho trabajo se transformó en el Señor de un perdido pueblo de Santa Cruz. El otro entró en decadencia perdiendo todo en la Segunda Guerra, y apareció en Argentina. Y en ese cruce aparecí yo. En un crisol donde se mezclaron posiciones económicas, religiones, ideologías politicas, perspectivas de vida. Y esa es la riqueza que heredé. Un crisol donde todo se mezclaba, donde había de todo. Alguno podrá decir que en realidad no tenía nada, porque no tenía identidad definida (no era pura raza). Pero mi real riqueza es vivir con comodidad, sin prejuicios, con tolerancia, con una visión mas amplia. Ese es mi Punto de Vista personal.
Eso me permitió comer en una mesa con tres filas de cubiertos de plata, o con un solo cuchillo cortando entre los dientes cuando estaba con los peones del campo. Puedo discutir politicamente con cualquiera, siempre que exista el respeto. Entiendo las preocupaciones de los ricos, y me duele la pobreza.
Agradezco haber nacido en ese crisol donde se mezcló todo, y me enseño a vivir en el respeto del otro que es diferente.
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